lunes, 28 de noviembre de 2011

OTAN expectante ante posibles represalias tras mortal ataque aéreo contra puesto fronterizo de Pakistán

El almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., dice que el ISI utiliza a insurgentes afganos como punta de lanza. Fotografía: Michael Reynolds / EPA


Pueblo en Línea,28/11/2011-Fuerzas de la OTAN en Afganistán se preparaban el domingo para posibles represalias de los insurgentes apoyados por Pakistán, tras el ataque aéreo de la coalición a lo largo de la frontera, que mató a 24 soldados paquistaníes.

Altos oficiales de la sección Internacional de Asistencia para la Seguridad dirigida por la OTAN (ISAF), trataban de reanudar los contactos con sus homólogos de Pakistán, con la esperanza de establecer una investigación conjunta sobre el incidente.

Sin embargo, funcionarios paquistaníes interrumpieron las comunicaciones, además de que Islamabad cortó las rutas de abastecimiento de la ISAF que atraviesan Pakistán.

También le dio a EEUU. dos semanas para desocupar la base aérea Shamsi en Baluchistán, que ha sido utilizada para lanzar aviones no tripulados estadounidenses.

Una fuente de Isaf expresó su preocupación de que la agencia de inteligencia paquistaní, el ISI, podría ir mucho más lejos y utilizar su influencia sobre presuntos grupos insurgentes en las áreas tribales a lo largo de la frontera con Afganistán para lanzar ataques de represalia contra la OTAN. "Esto se va a volver contra nosotros, en un momento y lugar elegidos por ellos", pronosticó la fuente. En septiembre, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el almirante Mike Mullen, dijo que el ISI se vale de grupos insurgentes como la red Haqqani, para librar una "guerra de terceras partes" en Afganistán.

El incidente, y la posterior ruptura de las relaciones con Pakistán, sería un golpe de particular importancia para el comandante de la ISAF, el general estadounidense John Allen, quien ve a los santuarios insurgentes en Pakistán como una de las claves del conflicto afgano, y que había estado en Pakistán el día antes del incidente en la frontera para reunirse con el jefe del Ejército paquistaní, general Ashfaq Kayani, con quien intentaba discutir la cooperación transfronteriza.

En una entrevista en Kabul el domingo, Allen se negó a discutir los detalles del incidente, diciendo que el mismo estaba bajo investigación. Pero agregó: "No sé de dónde acabará todo esto. Hemos sido buenos amigos de Pakistán por largo tiempo, y esto es una tragedia."

Oficiales de la ISAF dicen que el ataque a las posiciones fronterizas de Pakistán tuvo lugar cuando una fuerza conjunta de fuerzas afganas especiales y de la ISAF que efectuaban una operación de contrainsurgencia en el sur de la provincia de Kunar fue atacada, por lo cual solicitó "apoyo aéreo" de la OTAN. La incursión golpeó dos puestos fronterizos de Pakistán en la zona tribal de Mohmand el sábado.

El ejército de Pakistán se negó a aceptar que sus puestos de control hayan sido atacados por accidente, insistiendo en que la ISAF conocía la ubicación de los puestos, en una montaña en Salala, al lado de la frontera con Afganistán.

El mayor general Athar Abbas, portavoz en jefe de las fuerzas armadas de Pakistán, dijo a The Guardian el domingo que no creía que las fuerzas de ISAF o afganas hubieran sido blancos del fuego desde el lado paquistaní. "No puedo descartar la posibilidad de que este fue un ataque deliberado de la ISAF", dijo Abbas. "Si Isaf estaba recibiendo fuego, tienen que decirnos cuáles fueron sus pérdidas".

Funcionarios paquistaníes dijeron que los sitios bombardeados se ubican 300 metros dentro de territorio paquistaní, pero los oficiales de Isaf responden que esa zona está en disputa.

Abbas informó, sin embargo, que los disparos se prolongaron durante más de una hora, durante la cual la ISAF no hizo "ningún intento de" ponerse en contacto con el lado paquistaní mediante el mecanismo fronterizo establecido para informar que estaban siendo atacados. Añadió que las referencias en el mapa de los puestos fueron aprobadas con anterioridad por la ISAF.

"Este fue sin dudas un ataque no provocado. No hay refugios o escondites para insurgentes en Mohmand", dijo.

"Es un puesto visible y bien hecho, construido con hormigón sobre un acantilado. Los insurgentes no operan desde la cima de las montañas, ni en estructuras de hormigón".

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